Aceite de lavanda

El aceite de lavanda es un aceite que se extrae de la lavanda, la cual  es una planta muy utilizada desde la antigüedad como aromatizante gracias a que posee un aroma agradable y muy particular. En varios países la lavanda es muy utilizada en la elaboración de perfumes y aguas de colonia, de manera más tradicional se ha utilizado para perfumar y ahuyentar determinados insectos de armarios y cajones. Pero su aceite esencial es el que más beneficios ha aportado, llegándose a considerar el rey de los aceites esenciales.

¿Qué es la Lavanda?

Como mencionamos al inicio del articulo el aceite de lavanda es extraído de la lavanda (Lavándula angustifolia), un arbusto de hoja perenne, que fácilmente  se cultiva para producir racimos abundantes de hermosas y perfumadas flores. Es una planta de la familia de las lamiáceas y contiene una treintena de especies conocidas, dentro de la más conocida se encuentra el espliego que se confunde fácilmente con la lavanda común. Su nombre científico de la lavanda, lavandulae, proviene del latín lavare, que significa «lavar», ya que ha sido utilizada desde la antigüedad por los antiguos persas, griegos y romano para ayudar a lavar prendas y heridas.

Los fenicios, árabes y egipcios también utilizaban la lavanda de varias maneras pues comúnmente era utilizada como perfume, para la momificación (las momias eran envueltas en prendas que previamente eran sumergidas en lavanda), para la limpieza de las heridas, entre otros usos. Así mismo, en Grecia y Roma, se utilizaba para curar, y en la Europa medieval y renacentista, se empleaba como desinfectante natural y desodorante.

Se llegó a reportar que la lavanda fue empleada durante la gran plaga de Londres en el siglo 17 con la idea de que podía prevenir la Peste Negra, pues las personas se colocaban flores de lavanda alrededor de la cintura, como cordón de protección.

Esta planta tiene su origen en el norte de África y las regiones mediterráneas montañosas, suele florecer en los hábitats rocosos soleados. En la actualidad se produce en todo el sur de Europa, Estados Unidos y Australia.

Como característica principal el aceite de lavanda tiene aroma dulce, floral, herbáceo y ligeramente amaderado. Su color puede variar de amarillo pálido a amarillo-verdoso, pero también puede ser incoloro.

Composición del Aceite de Lavanda

En los análisis fisicoquímicos del aceite de lavanda se han encontrado alrededor de 150 compuestos activos, dentro de los que destacan los ésteres, cuyas características aromáticas le atribuyen propiedades antiespasmódicas (supresor de espasmos y dolor), calmantes y estimulantes.

Desde el punto de vista botánico, los compuestos principales son el acetato de linalilo, linalo (alcohol terpeno no tóxico con propiedades germicidas naturales), terpinen-4-ol y alcanfor. Además contiene otra serie de componentes que le atribuyen propiedades antibacterianas, antivirales y antiinflamatorias como el  cis-ocimeno, acetato de lavandulilo, 1,8-cineol, limoneno y geraniol.

Usos del aceite de lavanda

El aceite de lavanda es valorado por su excelente fragancia y su gran versatilidad. Las flores son utilizadas en infinidad de arreglos florares, así como también en popurrís, manualidades y decoraciones para el hogar. Específicamente el aceite esencial de lavanda se incluye en  la preparación de productos para la higiene y el cuidado de la piel, como jabones, perfumes, productos de limpieza y detergentes para ropa.

Además el aceite de lavanda es mundialmente conocido por sus propiedades antiinflamatorias, antifúngicas, antidepresivas, antisépticas, antibacterianas y antimicrobianas. Posee efectos antiespasmódicos, analgésicos, desintoxicantes, hipotensivos y sedantes. Por otra parte en determinadas concentraciones el aceite puede:

• Añadirse al agua de la bañera para aliviar dolores musculares, dolores menstruales y el estrés.
• Utilizarse para masajes corporales, incorporándose a las cremas o bases oleosas para aliviar para el dolor muscular o articular. También puede utilizarse en ungüentos y cremas para tratamientos de afecciones en la piel como quemaduras, acné y heridas.
• Inhalarse o vaporizarse, pues unas cuantas gotas de aceite pueden colocarse en algún quemador de aceite o en un recipiente con agua caliente para luego respirar en el vapor.
• Utilizarse para manos y pies. Se puede añadir unas gotas de aceite en un recipiente con agua tibia para luego poner en remojo las manos o pies.
• Utilizarse como compresas o toallas húmedas, remojando una toalla en un recipiente con agua a la que se le ha añadido ciertas gotas de aceite de lavanda. Estas compresas se pueden aplicar a esguinces o lesiones musculares.
• Utilizarse como producto de limpieza natural de superficies o pisos, colocando unas ciertas gotas de lavanda en un poco de agua y bicarbonato de sodio para que se obtenga un producto antibacteriano.
• Gracias a estudios microbiológicos se ha podido demostrar que el aceite de lavanda puede combatir efectivamente las infecciones de piel y uñas resistentes a antifúngicos, pues científicos de la Universidad de Coimbra determinaron que el aceite de lavanda es letal para las cepas patogénicas de la piel como los dermatofitos, así como varias especies de cándida. Se ha encontrado también que el aceite de lavanda acaba con los hongos de manera potente dañando sus paredes celulares y lo mejor de todo es que no causa resistencia, a diferencia de algunos antifúngicos y antibióticos.

Medicinalmente el aceite de lavanda puede utilizarse para:

• Aliviar el dolor. Como ya te mencionamos el aceite contiene propiedades analgésicas por lo que permite aliviar el dolor y tensión muscular, dolor articular, reumatismo, esguinces, dolores de espalda y lumbagos. En estos casos se puede aplicar una base de aceite mineral con pequeñas cantidades del aceite esencial de lavanda en el área afectada para masajear con el aceite en el área afectada.
• Tratamientos de afecciones de la piel. Se puede aplicar en tratamientos continuos contra el acné, psoriasis, eczema y arrugas. Los resultados han sido excelentes para regenerar los tejidos y cicatrización, lo que refuerza la presunción de que el aceite de lavanda es bueno para la curación de heridas, cortaduras y quemaduras. Debido a su capacidad para regenerar y curar heridas puede ayudar a calmar las picaduras de insectos e irritación en la piel ya que actúa como antiinflamatorio natural.
• Tratamiento para el cabello. Además de que ayuda a mantener saludable el cabello y el cuero cabelludo, contribuye con la eliminación de los piojos, huevos de piojos y liendres. También se han encontrado estudios que relacionan el uso de aceite de lavanda con la disminución de los casos de alopecia areata (pérdida de cabello), logrando incrementar el crecimiento del cabello hasta en un 44 por ciento en menos de un año de estar aplicando el tratamiento.
• Tratamiento para la digestión. Se han encontrado casos en donde el aceite de lavanda ayuda a estimular la movilidad en el intestino y favorecimiento en la producción de bilis y jugos gástricos, lo que resultaría muy beneficioso para tratar el dolor de estómago, indigestión, flatulencia, cólicos, vómito y diarrea.
• En tratamiento de trastornos respiratorios. Muchas personas utilizan el aceite de lavanda como ayudante a aliviar los problemas respiratorios como resfriados, infecciones de garganta, tos, asma, tos ferina, congestión nasal, bronquitis, amigdalitis y laringitis. El aceite puede aplicarse mezclado con una base de aceite vegetal sobre el cuello, pecho o espalda con pequeño masajes, o también puede utilizarse mediante la inhalación de sus vapores.
• Entre otros beneficios medicinales el aceite de lavanda puede ayudar a la estimulación en la producción de orina, en el restablecimiento del equilibrio hormonal, en la prevención de la cistitis (inflamación de la vejiga), para aliviar los cólicos y otros trastornos urinarios. También puede contribuir a una mejor circulación sanguínea, a controlar los niveles de presión arterial utilizándose en muchos casos para el control de  la hipertensión.
• De manera tradicional el aceite de lavanda también se ha utilizado como protección ante los mosquitos y las polillas, incluso forma parte de los componentes de muchos repelentes de mosquitos comerciales a base de productos naturales.

¿Dónde comprar el aceite de lavanda?

El aceite de lavanda por ser un producto natural puedes encontrarlo en cualquier tienda naturista o en los mercados cerca de los productos para el organismo o medicina natural. También puedes conseguirlo en línea visitando los siguientes enlaces:

Aceite corporal de lavanda natural orgánico fabricado en Israel 100% puro y orgánico, 250 ml

 

Naissance Lavanda – Aceite Esencial – 50ml

 

Aceite para Masajes Relajantes, con aceite de lavanda 100% natural

 

Efectos Secundarios del Aceite de Lavanda

El hecho de que el aceite de lavanda sea un producto natural no quiere decir que algunas personas no  puedan presentar reacciones alérgicas o efectos secundarios. Si se utiliza una concentración muy elevada del aceite pueden presentarse algunos síntomas como dolor de cabeza, náuseas, vómito y hasta escalofríos después de inhalarlo o aplicar el aceite tópicamente.

Es por esto que en el caso de las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia no es recomendable el uso de este aceite, debido a que la inocuidad del aceite de lavanda para estas condiciones no ha sido comprobada. Institutos Nacionales de Salud (NIH) en los Estados Unidos han advertido contra el empleo del aceite cuando se están consumiendo medicamentos como los barbitúricos, benzodiacepinas e hidrato de cloral, puesto que podrían intensificar sus efectos sedantes y causar extrema somnolencia.

Como puedes observar el aceite de lavanda es un aceite que aporta muchísimos beneficios, por lo que sería bastante interesante comenzar a probar alguno de ellos.

Si te animas recuerda revisar todas las maneras, en que puede usarse el aceite, que te hemos mostrado y no olvides compartir el artículo para que más personas conozcan acerca de estos beneficios.

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